viernes, 25 de mayo de 2012

El Llamado de Dios


El Llamado de Dios 

                                               
Debemos tener claro en qué consiste el llamamiento de Dios para nuestras vidas, y el propósito por el cual el Padre después de salvarnos nos deja todavía en la tierra.

Antes de llevarnos con Él a la morada que el Hijo fue a preparar para nosotros, Él desea que cumplamos con un llamado que nos hace, ese llamado tiene varias subdivisiones las cuales analizaremos en el presente estudio.  

A veces nos distraemos del verdadero llamado que Dios nos ha hecho y qué mejor que  consultar al libro eterno de Dios  en donde encontraremos la verdad para nuestras vidas.

1. LLAMADOS A LA SANTIDAD
Rom. 1:7 A todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia a vosotros y paz, de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

El término santidad en la Biblia significa: apartar algo para el uso de Dios, cuando se habla de un llamado a la santidad, es porque Dios quiere que nos apartemos de cualquier cosa que pueda hacernos daño en el futuro y que nos alejemos de todo lo que va en contra de su naturaleza de santidad.

El pecado, las obras de la carne, las malas decisiones, la falta de visión, la duda, el temor, son cosas que nos pueden dañar, y por eso Dios quiere que nos santifiquemos, es decir que nos apartemos de eso.

Santidad no es apartarse del mundo viviendo una vida apartada de relaciones interpersonales o de gente que no es de la misma fe, no es alejarnos de la vida familiar, política, social, cultural, deportiva, recreativa, etc. Santidad es que viviendo en medio de todas éstas cosas nos abstengamos de pecar, de injusticia, de altivez, de maldad, de perversión, de corrupción, etc. Jn. 17:15  No ruego que los quites del mundo,  sino que los guardes del mal.

Jesús convivió con pecadores, sin codiciar lo que ellos hacían, antes bien, en los momentos oportunos les compartía del amor de su Padre, pues son ellos lo que necesitan de alguien que les hable de la forma de salir del estado de muerte espiritual, Mt. 9:10  Aconteció que estando él sentado a la mesa en la casa,  muchos publicanos  y pecadores, que habían llegado, se sentaron juntamente a la mesa con Jesús y sus discípulos. 11  Cuando vieron esto los fariseos,  dijeron a los discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores? 12  Al oír esto Jesús,  les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.

A veces con la simple presencia de Jesús a las reuniones de ellos provocaba el arrepentimiento de los pecadores sin necesidad de hablarles de la Palabra o reprenderlos por su conducta, para ganar almas hay muchos métodos y estrategias las cuales el Señor a cada uno, en cada momento nos otorga, para que hablemos de su gracia, Lc. 19:7 Al ver esto, todos murmuraban diciendo que había entrado a alojarse en la casa de un hombre pecador. 19 Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. 9 Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa, por cuanto él también es hijo de Abraham.

La santidad es convivir con el mundo sin amarlo, sin practicar, desear, o consentir lo que disfruta alguien que no ha tenido un encuentro personal con Jesucristo.

El llamado de Dios a la santidad es porque necesitamos antes de irnos del mundo dar testimonio de parte de Dios que hubo trompetas para anunciar el peligro eterno, y para mostrarle a la sociedad pecadora otro camino diferente al que el mismo infierno le ha mostrado. Otra forma de gozo, de placer, de diversión, de información, de hacer profesión, de hacer negocios, de hacer familia, sin necesidad de los recursos que llevan al infierno.

2. LLAMADOS A SER DE JESUCRISTO
Rom. 1:6  Entre las cuales estáis también vosotros,  llamados a ser de Jesucristo.

Recordemos que todas las ovejas son del Padre pero hay unas que el Padre se las entregó al Hijo, Jn. 17:6  "He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran,  y me los diste,  y han guardado tu palabra.  Estas ovejas fueron sacadas del redil del Padre para formar el redil de la iglesia de donde escogerán a la esposa del Cordero, recordemos que la esposa debe salir de su propio cuerpo, específicamente de su costado.

Israel es el rebaño escogido para el Padre, pero la iglesia es llamada para conformar el Cuerpo de Cristo de dónde sacarán la costilla o sea el grupo remanente que conformará el cuerpo de la Eva postrera, es decir la esposa del Cordero.

La ventaja de ser del rebaño del Hijo es que al ser los últimos venimos a ser los primeros con mejores promesas, Heb. 8:6  Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo,  cuanto es mediador de un mejor pacto,  establecido sobre mejores promesas.

3. LLAMADOS A LIBERTAD 
Gal 5:13  Vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.

El apóstol Pablo enseña a la iglesia que no debe estar esclavizada a los mandamientos mosaicos y mucho menos a los mandamientos de hombres, recordemos que en este pacto de gracia, la ley de Moisés no está vigente, sino los mandamientos del Espíritu que el Señor le entregó a los apóstoles que por inspiración del Espíritu Santo escribieron en el Nuevo Testamento de la Biblia.

Los mandamientos de Dios dados a Moisés no están vigentes, cuánto menos los mandamientos de hombres que quieran esclavizar a la iglesia, solo revisemos que lo que estamos aprobando o desaprobando sea porque lo encontramos o no en las bases de la Biblia y no en las ocurrencias o tradiciones de los hombres, Col. 2:8  Mirad que nadie os engañe  por medio de filosofías y huecas sutilezas basadas en las tradiciones de los hombres,  conforme a los elementos del mundo,  y no según Cristo.

Lo que debe entender todo hombre de Dios es que la libertad no es permiso para pecar y desenfrenar los apetitos de la carne, recordemos que sí estamos en un régimen de ley, solo que no la de Moisés, ni la de los hombres; sino en la ley del Espíritu que tiene mandamientos como toda creación de Dios; esta ley la encontramos en las cartas a la iglesia del Nuevo Pacto y en la dirección del Espíritu Santo al espíritu del hombre, la ley de la gracia se le llama de la libertad, Stgo. 1:25  Pero el que mira atentamente en la perfecta ley,  la de la libertad,  y persevera en ella,  no siendo oidor olvidadizo sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace.

4. LLAMADOS A LA ESPERANZA 
Ef. 4:4  Un solo cuerpo  y un solo Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación.

La iglesia está llamada también a guardar la esperanza, recordemos que la esperanza de la iglesia es ver un día a su Salvador cara a cara, la esperanza es aguardar ansiosamente la promesa que Él nos hizo desde los días de los profetas, que volvería para llevarnos a la morada que Él está preparando para nosotros, desde luego hay que prepararse para este día, no es solo anhelarlo sino prepararnos para verle.  

Israel cometió el error de saber de la venida del Mesías pero no prepararse para recibirle, hasta la Samaritana lo estaba esperando (sólo que en adulterio), los sacerdotes también esperaban junto a otros grupos religiosos como los fariseos y saduceos, pero al no estar preparados para recibirle cometieron el error de rechazarlo y aún crucificarlo.

La razón por la cual Dios envió a Juan el Bautista fue para preparar el camino del corazón del pueblo ya que su manifestación era inminente; de igual manera ahora la iglesia debe saber que viene su Señor, pero también debe prepararse para el momento de la parusía.

5.  LLAMADOS A SER GOBERNADOS POR LA PAZ
Col. 3:15  Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo.  Y sed agradecidos.

Otro llamado que el Espíritu Santo le hace a la iglesia es dejar que la paz de Dios le gobierne y no los afanes o el estrés de este siglo. Es muy común que muchos cristianos padezcan de ansiedad y estrés, esto debido a la presión y circunstancias que cada día vivimos, Él nos dice no te angusties, ni te preocupes ya que el Padre sabe lo que estás pasando, Mt. 6:31-34  No os angustiéis, pues, diciendo: "¿Qué comeremos, o qué beberemos,  o qué vestiremos?",  32  porque los gentiles se angustian por todas estas cosas,  pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas ellas. 33  Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia,  y todas estas cosas os serán añadidas. 34  "Así que no os angustiéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propia preocupación.  Basta a cada día su propio mal.

El Señor llama a la iglesia a que viva el tiempo de la restauración del Tabernáculo de David que incluye la fe y confianza que mantenía David en la adversidad de tal manera que aunque se multiplicaran las adversidades y enemigos él reposaba en Él, nada le quitaba el sueño y el tiempo de descanso, Sal. 3:1-5   ¡Oh Jehová,  cuánto se han multiplicado mis adversarios! Muchos son los que se levantan contra mí. Muchos son los que dicen de mí: No hay para él salvación en Dios.  Selah  3  Mas tú,  Jehová,  eres escudo alrededor de mí;  Mi gloria,  y el que levanta mi cabeza. 4  Con mi voz clamé a Jehová, Y él me respondió desde su monte santo.  Selah  5  Yo me acosté y dormí, Y desperté,  porque Jehová me sustentaba.
    
6. LLAMADOS A SUFRIR POR CAUSA DE ÉL
1 Ped. 2:19-21  Lo que merece aprobación es que alguien, a causa de la conciencia delante de Dios, sufra molestias padeciendo injustamente, 20 pues  ¿qué mérito tiene el soportar que os abofeteen si habéis pecado?  Pero si por hacer lo que es bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios.  21  Para esto fuisteis llamados,  porque también Cristo padeció por nosotros,  dejándonos ejemplo para que sigáis sus pisadas.

Cuando leemos el mover de los primeros cristianos narrado todo esto en el libro escrito por Lucas que es el libro de los Hechos, encontramos la claridad que ellos tenían sobre las instrucciones y advertencias que el Señor les había dejado y una de las advertencias era que ellos como discípulos iban a pasar  por diversas luchas y aún persecuciones de parte de los religiosos y del mundo, pero que estaban llamados a ser vencedores en medio de esas adversidades,  por eso cuando los azotan lejos de entristecer su corazón se alegra ya que sufrir por causa del que dio su vida por nosotros eso es un privilegio, Hech. 5:40-42  Y convinieron con él;  y llamando a los apóstoles,  después de azotarlos,  les intimaron que no hablasen en el nombre de Jesús,  y los pusieron en libertad. 41  Y ellos salieron de la presencia del concilio,  gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre. 42  Y todos los días,  en el templo y por las casas,  no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo.

Cuando Pablo presenta su defensa contra los líderes de la iglesia de Corinto que dudan de su llamado apostólico, lo primero que Pablo presenta como gloria de su ministerio y prueba de su legitimidad como ministro son los padecimientos y persecuciones por causa del Nombre, mostrando así que mejor que el respaldo sobrenatural y de la revelación está el padecer por Él, 2 Cor. 11:22-23  ¿Son hebreos?  Yo también.  ¿Son israelitas?  Yo también.  ¿Son descendientes de Abraham?  También yo. 23  ¿Son ministros de Cristo?  (Como si estuviera loco hablo.)  Yo más;  en trabajos más abundante;  en azotes sin número;  en cárceles más;  en peligros de muerte muchas veces…

7. LLAMADOS A HEREDAR BENDICÓN
1Pe 3:9  No devolváis mal por mal, ni maldición por maldición,  sino por el contrario,  bendiciendo,  sabiendo que fuisteis llamados a heredar bendición

Algo que debemos tener claro es que el Señor nos ha salvado y nos ha llamado para que disfrutemos de su bendición, cuando Pedro habla de ser herederos de su bendición asegura que todo lo que emprendamos en cualquier ámbito de nuestra vida tendrá su respaldo, ya que somos herederos de su bendición.

La bendición de Dios nos garantiza el éxito en todo, el bien y la misericordia nos seguirán todos los días de nuestra vida, las ovejas de Dios no tememos emprender en Dios. Y aún tengamos que caminar en el valle de sombra y de muerte no tememos pues sabemos que los herederos de su bendición solo vamos de paso por ese rumbo, y después de ese valle nos espera la mesa que el mismo Pastor prepara para los herederos de su bendición.

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