viernes, 25 de mayo de 2012

El Ministerio de la Conciencia


El Ministerio de la Conciencia


Todos hemos oído más de una vez decir expresiones populares como: le remordió la conciencia, esa  persona no tiene conciencia, etc. Todos aludimos la conciencia de una u otra forma, estudiemos a la luz de la Escritura, cual es la función o el ministerio de la conciencia.

La conciencia es un juez que nos ayuda a discernir entre el bien y el mal, nos acusa cuando somos transgresores de la ley de Dios, o nos ministra gozo y paz cuando estamos en la ley del Espíritu; esto prueba que la conciencia conoce la ley de Dios. También nos sirve de testigo para justificar nuestros actos.

LA CONCIENCIA ES UN ACUSADOR
La conciencia son los ojos que tenemos para ver la realidad de nuestro ser por dentro. Cuando analizamos a los cuatro seres vivientes uno de ellos tiene el rostro de águila que representa a la iglesia arrebatada al trono de Dios, y entre sus características encontramos que tiene ojos por dentro y por fuera; los ojos por fuera nos sirve para discernir lo que nos rodea tanto en el ámbito físico como el espiritual, pero los ojos de adentro nos sirven para ver el mundo interno, para escudriñar nuestras mentes, corazones y riñones, Ap. 4:8  Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir:  Santo,  santo,  santo es el Señor Dios Todopoderoso,  el que era,  el que es,  y el que ha de venir.

A través de los ojos de adentro o la conciencia podemos discernir cuando erramos y también entendemos cuando estamos en la voluntad de Dios, a veces podemos cegarnos a nuestra realidad y solo ver la realidad de otras personas, de ahí que mucha gente se dedique a censurar las obras imprudentes de los demás sin pasar por el escudriño propio. Por eso la Palabra predicada debe despertar las conciencias a la realidad de la persona misma, y no la de los demás, es fácil juzgar la pelusa en el ojo ajeno y dejar de percibir la viga que tenemos por delante.

Jesús tuvo por su Palabra la bendición de abrir los ojos de adentro de aquellos hombres que tenían ceguera en los ojos de adentro y por eso estuvieron a punto de condenar a muerte a una mujer adúltera, por eso la predicación debe llegar con tal unción que abra, sane y active los ojos de adentro, cuando eso sucede el juez de adentro acusa a uno mismo y nos convertimos en vectores de bendición, ya que nosotros mismos somos menesterosos de la misericordia, Jn. 8:9-11  Pero ellos,  al oír estoacusados por su conciencia,  salían uno a uno,  comenzando desde los más viejos hasta los postreros;  y quedó solo Jesús,  y la mujer que estaba en medio. 10  Enderezándose Jesús,  y no viendo a nadie sino a la mujer,  le dijo: Mujer,  ¿dónde están los que te acusaban?  ¿Ninguno te condenó? 11  Ella dijo: Ninguno,  Señor.  Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno;  vete,  y no peques más.

DIOS DA CONSEJOS E INSTRUCCIÓN POR LA CONCIENCIA
Dios habla a los hombres a través de la conciencia y no cabe duda que en momentos de tranquilidad el Espíritu puede inquietar hasta el sueño, cuando se tienen cuentas pendientes la conciencia se activa para estorbar hasta el sueño con tal que los hombres meditemos sobre el rumbo de nuestra vida, y cuando estamos en la voluntad de Dios el Señor puede ministrarnos paz y revelación, de aquí lo sano de meditar por las noches, Sal. 16:7 Bendeciré a Jehová que me aconseja; Aun en las noches me enseña mi conciencia.

LA CONCIENCIA ES TESTIGO
Rom. 2:15-16 Mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos, 16 en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.

Cuando hacemos algo mal y queremos justificar que hemos obrado con justicia, o justificar nuestros actos practicados fuera de la Palabra, el Justo Dios usa la conciencia para acusarnos con claros argumentos del error de nuestro camino. La Biblia dice con claridad que nuestro corazón (mente, emociones, sentimientos) es engañoso, podemos incluso justificar pecados con argumentos justificables al ojo humano, por ejemplo justificar el rencor anteponiendo maltratos, chismes, acciones injustas en contra nuestra; aun cuando la Biblia nos ordena perdonar y hasta obrar con bien hacia quienes nos ofenden. El adultero puede justificar su acción aduciendo que “No se siente atendido”, “Que hay poca actividad sexual con el cónyuge”. El que roba puede justificarse por su necesidad presente. Es por eso que la Palabra y el Espíritu Santo quieren usar nuestra conciencia para que estos argumentos sean derribados y poder permanecer a pesar de todo lo que pueda sobrevenir en el orden y voluntad de Dios, 2 Cor. 10:4-5  porque las armas de nuestra milicia no son carnales (Espíritu Santo, Palabra),  sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5  derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios,  y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.


TIPOS DE CONCIENCIA

CONCIENCIA MALA 
Todos venimos al evangelio con las conciencias malas, es decir, con conciencias que fueron convencidas a aprobar y acallar hechos que eran réprobos a la ley de Dios, es por eso que la ministración del bautismo en agua es importante porque en este acto profético nuestras conciencias se activan en un nuevo inicio, se sensibilizan para poder recibir el discipulado del Espíritu, por eso antes de enseñar la palabra Jesús pidió que bautizáramos a los 1 Ped. 3:21-22 El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo, 22quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades.

Ya en un creyente bautizado se considera la mala conciencia a toda actitud legalista consigo mismo a tal punto de no perdonarse pese a que la Escritura es clara que gracias al arrepentimiento y la sangre de su Hijo amado nos perdona y limpia de toda maldad y culpa. Heb. 10:22 acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. La conciencia debe ser ministrada por el Espíritu Santo quien es el que nos convence de pecado o nos redarguye cuando no estamos obrando bien, pero cuando es el Espíritu el que está trabajando el resultado es arrepentimiento para vida mientras que cuando es el diablo o nuestro legalismo el que acusa entonces produce frutos de muerte tales como la tristeza, la depresión, el deseo de abandonar el evangelio y aún la misma muerte, 2 Co 7:10  Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación,  de que no hay que arrepentirse;  pero la tristeza del mundo produce muerte.

CONCIENCIA DEBIL
1 Cor. 8:7-10 Pero no en todos hay este conocimiento; porque algunos, habituados hasta aquí a los ídolos, comen como sacrificado a ídolos, y su conciencia, siendo débil, se contamina. 8Si bien la vianda no nos hace más aceptos ante Dios; pues ni porque comamos, seremos más, ni porque no comamos, seremos menos. 9Pero mirad que esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero para los débiles. 10Porque si alguno te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un lugar de ídolos, la conciencia de aquel que es débil, ¿no será estimulada a comer de lo sacrificado a los ídolos.

La conciencia débil es aquella que no está nutrida en los principios doctrinales apostólicos, y por ende puede ser estimulada a cometer pecados por imitación. NO tiene fundamentos que sostengan su criterio y por lo tanto imita lo que ve, no hace las cosas por revelación. El ejemplo que establece el apóstol Pablo es de hermanos que ya son de la fe pero al no ser discipulados todavía practican cosas propias del paganismo idolátrico, en el fundamento apostólico sabemos que la comida no puede ser contaminada por un ídolo, ya que el ídolo no es nada, solo un objeto. Pero si un hermano sin doctrina y que está acostumbrado a viandas por idolatría se verá estimulado a continuar con su paganismo ofendiendo de esta manera al Señor y contaminando su débil conciencia.

1 Cor. 10:25-30 De todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia; 26porque del Señor es la tierra y su plenitud. 27Si algún incrédulo os invita, y queréis ir, de todo lo que se os ponga delante comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia. 28Mas si alguien os dijere: Esto fue sacrificado a los ídolos; no lo comáis, por causa de aquel que lo declaró, y por motivos de conciencia; porque del Señor es la tierra y su plenitud. 29La conciencia, digo, no la tuya, sino la del otro. Pues ¿por qué se ha de juzgar mi libertad por la conciencia de otro? 30Y si yo con agradecimiento participo, ¿por qué he de ser censurado por aquello de que doy gracias?

La conciencia débil ha sido enseñada en principios religiosos, humanos y paganos, en cambio el discípulo de Cristo ha sido formado en los principios de la Biblia por lo tanto tiene conocimiento de lo que a Dios agrada y desagrada; siempre busca la voluntad de Dios de acuerdo a los principios de la palabra y no según los criterios humanos. Pero hay algunas cosas del diario vivir que no están escritas en la Biblia, entonces surge la pregunta qué hacer con esas cuestiones tales como ir a reuniones sociales, practicar ciertos deportes, cuáles son los límites, etc. La respuesta es muy sencilla los hijos de Dios son guiados por el Espíritu de Dios por medio de la conciencia.

Aquí es donde Pablo habla de la conciencia débil y por ende la fuerte. La conciencia fuerte tiene la dirección del Espíritu Santo que mora en nosotros, Él nos va a guiar e indicar que debemos aprobar y qué desaprobar. Y nos va a guiar a través de la conciencia, ya que a través de ella el Espíritu nos da testimonio de que hacer y que evitar. En el caso de la carne que se vendía en las carnicerías de Corintio, donde se abastecían de carne dedicada a ídolos, o sobre el tema de poder ir a una reunión social de gente no cristiana, el apóstol aconseja lo siguiente:

PRIMERO: No investigues nada de lo que quieras consumir para que la conciencia no vaya a ser afectada por ese conocimiento extra, en el ejemplo que Pablo desarrolla dice no preguntes si la carne es de un animal ahogado, o si el duelo de la carnicería dedicas su empresa a algún ídolo o a alguna practica ocultista. SEGUNDO: sobre asistir a reuniones de gente que no es de la fe encontramos que si el creyente desea ir bien puede, pero no a arruinar la fiesta y ni siquiera lo está invitando a evangelizar sino a convivir, en el entendido que nuestro testimonio habla más que las palabras. TERCERO: Tenemos que cuidar que nuestras libertades no inviten a los débiles de conciencia a pecar o continuar sus prácticas paganas.

Rom. 14: 1 Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. 2Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. 3El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido. 4¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme. 5Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. 6El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios.

El débil en la fe, o de conciencia teme contaminarse con la carne, y cree que un día debe ser más reverenciado que otro, mientras que el creyente de buena conciencia come de todo y estima todos los días santos, y en donde un creyente muestra su madurez es cuando tiene el debido cuidado de no perturbar al hermano que no ha sido discipulado en lo sólido del evangelio, lo comprende, no lo menosprecia, no contiende sino que lo recibe y lo ama.

Aunque hay cosas que aprobamos delante de Dios como lícitas debemos tener el cuidado que nuestras libertades con el Espíritu Santo no ofendan las débiles conciencias, sino esperar que vallan madurando, para no escandalizar a nadie, al final no somos esclavos de lo que aprobamos sino esclavos del amor que le debemos a Cristo y a su Cuerpo, Rom. 14: 13 Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano. 14Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo; mas para el que piensa que algo es inmundo, para él lo es. 15Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme al amor. No hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo murió. 16No sea, pues, vituperado vuestro bien; 17porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. 18Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es aprobado por los hombres. 19Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación. 20No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todas las cosas a la verdad son limpias; pero es malo que el hombre haga tropezar a otros con lo que come. 21Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tú hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite. 22¿Tienes tú fe? Tenla para contigo delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena a sí mismo en lo que aprueba. 23Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado.

CONCIENCIA CORROMPIDA
Tito. 1: 15 Todas las cosas son puras para los puros, más para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas.

Mucha gente entra al evangelio con ideas preconcebidas acerca de lo que es bueno y malo, quizá cosas lícitas las utilizaron o vieron que fueron utilizadas para el mal, y por eso todo les parece malo e impuro. Sabemos que todas las cosas son puras, lo malo es el uso que el hombre le dio, por ejemplo la droga utilizada con fines médicos ha salvado muchas vidas mientras que en manos de las tinieblas ha destruido a cantidad de gente que termina amarrada a ella.

Hay gente que viene de la escuela donde le enseñaron que lo referente a la práctica sexual es pecaminoso, lo que debemos hacer cuando venimos al evangelio es renovar nuestra mente en el Espíritu y su Gloriosa Palabra.

No descarto que el Espíritu por causa de malas prácticas en el pasado y por las ataduras ancestrales que cada persona trae en el momento de la conversión pueda prohibirle particularmente a tal creyente practicar ciertas cosas que en el momento de ser libre pueda participar, lo malo está que se haga una doctrina de las prohibiciones particulares que el Espíritu le impone a cada creyente, por ejemplo a Pablo le impidieron predicar en la región de Frigia y Bitinia, pero quizá a otro apóstol le dieron el privilegio de llevar el mensaje a ese lugar. A lo mejor a un creyente que por medio de un deporte conoció el pecado el Espíritu lo limite de seguir en esa práctica, el problema surge cuando esa limitación se quiere imponer a toda la iglesia.

Desde luego me refiero a todo lo que la biblia no habla expresamente que sea bueno o malo pues lo que está claro en la Escritura no debemos someterlo a juicio entendiendo que la biblia es la palabra de Dios que contiene su inmutabilidad.

CONCIENCIA CAUTERIZADA
Por otra parte cabe en muchos cristianos carnales que se habitúan a pecar, a desobedecer a Dios tal como le sucedió a Caín, quien no solo presenta en el altar un sacrifico extraño fuera de la voluntad de Dios, sino que todavía asesina a su hermano, y si esto fuera poco cuando el miso Elohim le pide cuentas de su hermano le contesta a Dios sin temor ni respeto. No cabe duda que la conciencia de Caín por su maldad fue insensibilizada que ya veía en sus actos, hechos justos, que Dios tenía que tolerar. Así se puede endurecer tanto una conciencia que puede terminar sin sensibilidad, el Espíritu hablar y ya  no oír, ya no sentir el redargüir de Dios e incluso contradecir a Dios, la Palabra y a los ministros del Espíritu.

Se puede convencer a la conciencia cauterizada por medio de argumentos y así cambiar la verdad de Dios por la mentira, o el error, 1 Tim. 4: 1 Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; 2por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, 3prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad. 4Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; 5porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado.

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