Preparándonos para la Segunda Venida De Cristo
Mateo 3:3 3Pues éste es aquel de quien
habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del que clama en el desierto:
Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas.
Tenemos que hacer memoria y recordar lo acaecido en los tiempos de la
primera venida del Señor, tomando en cuenta la premisa apostólica encontrada en
Ecl. 1:9 9¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué
es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol.
Entonces podemos decir que los acontecimientos que se registraron en
la primera venida, son los mismos que se concretarán en su segunda venida.
En éste versículo tres Mateo no describe tres aspectos que debemos
tomar en cuenta.
1. VOZ DEL QUE CLAMA EN EL
DESIERTO
Lo interesante de éste pasaje es que Dios estaba interesado en hacer
llegar su voz a las multitudes de Israel, quería apercibirlos que la venida del
Mesías estaba cerca. Hay que recordar que en ese tiempo había muchos grupos
predicando esta verdad en las plazas, calles, y lugares públicos; además de
sinagogas y lugares cómodos para recibir las doctrinas de grupos como los
fariseos, saduceos, herodianos, etc. Lo que llama la atención es que la boca
profética por la que Dios iba a hablar era por la de Juan, llamado más tarde el
bautista, por el bautismo de arrepentimiento que después practicó en el río
Jordán.
Pero asombra que Dios no llevó a Juan a lugares públicos ha pregonar
esta verdad, de la venida del Mesías, sino al desierto.
Como estrategia de evangelización no parece la mejor, ya que parecía
una locura, comenzar a predicar a la arena y al vacío del desierto. Sin embargo
el Señor nos quiere mostrar que la mejores estrategias de evangelismo es tener:
el llamamiento de Dios, la preparación de Dios en lo secreto, la Palabra revelada de Dios y
ser enviado. De ahí no importa la distancia que haya que recorrer, ni la
incomodidad del lugar, si hay un buen local o no, esto es secundario. La gente
con hambre y sed de Dios buscará el lugar donde haya un ministerio así como el
de Juan. La gente necesita la presencia de Dios, ya los lugares, locales, son
las añadiduras, desde luego que no debemos descuidar.
Ahora bien, el desierto es un lugar donde escasea el agua, y los seres
que moran en el desierto son reptiles y animales de rapiña. Esto es una figura
de cómo se encuentra hoy en día el mundo. Quizá la tecnología ha acrecentado,
que hoy tenemos ciudades modernas, con todas las comodidades del glamour
urbano, sin embargo el pecado hace ver en lo espiritual al mundo como un
desierto, apoderado por el pecado y la maldad. Con una tremenda ausencia de
agua, es decir Palabra de Dios, y Espíritu Santo.
Y es al desierto donde manda Dios a los ¨Juanes¨ contemporáneos, nos
envía a pregonar la gloria del Retorno de nuestro Rey de reyes. A gente que
vive en sus hogares la ausencia de la presencia de Dios, y que por ignorancia a
la Palabra de
Dios viven en desiertos espirituales.
Es tiempo de pregonar la verdad bendita que Jesús viene pronto, y
antes que venga podamos ir a las aguas de su Palabra y Espíritu, sonde vamos a
encontrar lo que sacia el alma, lo que restaura, regenera, cambia, bendice. Y
convertir los desiertos en lugares de fragancia, así como la Tierra que en el principio
estaba desordenada y vacía, pero a través de la Palabra y del poder del
Espíritu fueron regenerados, hasta terminar en un lugar de delicias, en un
Edén. Así hoy pueden terminar hogares y vidas destruidos por el pecado, en
lugares de bendición a través de su Bendita Presencia. Esto nos lleva a
concluir que no importa cuanta desgracia haya en el interior de un hombre, o de
un hogar; cuando se le da lugar al arrepentimiento e invocar el auxilio de
Dios, Él hace llegar su Palabra y Poderoso Espíritu, para restaurar, regenerar
y bendecir.
2. PREPARAD EL CAMINO DEL SEÑOR
Cuando Juan pronunciaba esta palabra, hablaba del camino para llegar
al corazón, ya que muchas personas tenían un camino escabroso y accidentado,
había complejos de superioridad en algunos, en otros había una baja estima, rocas
de dureza, raíces de amargura y de impureza. Lo cual tenía que allanarse para
que cuando viniese en la primera venida el Mesías Jesús encontrara una calzada
allanada y hubiese cabida en los corazones; esto una vez más se repite. El
Mesías viene pronto y tenemos la obligación de preparar hoy nuestro corazón,
superando todos estos aspectos antes mencionados para que cuando el venga
seamos honrrados con su Parusía, y no ser desechados de su presencia, 1 Jn. 2:18 18Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que
cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos
de él avergonzados.
La escritura ordena que lo alto se baje, es decir que todo orgullo,
soberbia, altivez y argumento que se levante en contra del conocimiento de Dios
sea quitado, quizá sea bueno analizar el título que Dios nos al declararnos
reyes Ap. 1: 5, ya que muchos comparan el concepto de realeza que tiene el
sistema del mundo con el concepto de realeza al que Dios se refiere dándole así
cabida a un espíritu de orgullo, de soberbia y altivez. El Señor descartó el
concepto del mundo en Luc. 22:24-27 24Hubo
también entre ellos una disputa sobre quién de ellos sería el mayor. 25Pero
él les dijo: Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que sobre
ellas tienen autoridad son llamados bienhechores; 26mas no así
vosotros, sino sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige,
como el que sirve. 27Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la
mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Más yo estoy entre
vosotros como el que sirve. Jer.
50:31-32 31He aquí yo estoy contra ti, oh soberbio, dice el
Señor, Jehová de los ejércitos; porque tu día ha venido, el tiempo en que te
castigaré. 32Y el soberbio tropezará y caerá, y no tendrá quien lo levante;
y encenderé fuego en sus ciudades, y quemaré todos sus alrededores. Prob. 21:4 4Altivez de ojos,
y orgullo de corazón, Y pensamiento de impíos, son pecado.
La escritura ordena que lo bajo suba, es
decir las personas que tienen una baja estima, que hablan mal de si mismas, que
desean ser como otras personas, que piensan que son feas, etc. Todos estos
sentimientos de inferioridad, provocan problemas para ellos y para los que les
rodean, ya que son inseguros, celosos, difamadores, tímidos, les cuesta obtener
un trabajo, desenvolverse, dependen de alguien más, etc., 1 Sam2:8 8 El
levanta del polvo al pobre, Y del muladar exalta al menesteroso, Para hacerle
sentarse con príncipes y heredar un sitio de honor.
3. ENDEREZAD LAS SENDAS
Enderezar las sendas nos habla de los aspectos doctrinales.
Regularmente la doctrina del Señor
siempre ha sufrido deformaciones, cuando los rehmas se convierten en doctrina.
O cuando nos salimos del modelo revelado por el Espíritu Santo en la Palabra logos, es decir la Biblia.
En todos los tiempos Dios le ha ordenado y otorgado a los hombres los
parámetros a seguir. NO deja nada a la invención de los hombres, por ejemplo en
el tiempo de Noé Dios se encargó de
darle el diseño y las medidas a Noé del arca. Lo único que debía hacer Noé era
seguir dichas instrucciones y ser fiel al diseño. Si Noé hubiese cambiado un
centímetro las medidas, o cambiado el diseño el arca se hubiese hundido, lo que
hizo invencible frente a la hecatombe de ese tiempo al arca, era que el
arquitecto fue Dios.
Debemos volver a la estructura apostólica y profética abandonando los
mandamientos de hombres, las tradiciones paganas, las costumbres importadas del
mundo a la iglesia y quedarnos con la pureza de lo enmarcado por la Escritura, para que la
calzada preparada al Señor en la parusía la encuentre recta. En la Biblia tenemos el modelo, y
diseño de lo que Dios quiere para nuestras vidas. No le agreguemos o le
quitemos al modelo de Dios y jamás sucumbiremos a las batallas de nuestra vida.
En conclusión: velemos por cumplir bien nuestro llamamiento de predicar en los
lugares donde no hay presencia de Dios, rechacemos cualquier levadura de
orgullo o inferioridad y sigamos con obediencia lo que el Señor nos manda en su
Palabra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario